En una entrevista concedida a la Revista Movimento, el profesor José Cambra cuenta cómo la movilización popular derrotó una política anti-ambiental destructiva en Panamá.

El panameño José Cambra es profesor y sindicalista. Comenzó su activismo socialista a los 14 años en el grupo Cristianos por el Socialismo de las Comunidades Cristianas de Base, un movimiento campesino de masas. Hacia 1975, se inició en el movimiento estudiantil de secundaria, pero sobre todo en los movimientos vecinales y campesinos.

Fue miembro de la Brigada Simón Bolívar, que luchó contra la dictadura somocista. En la universidad se convirtió en dirigente estudiantil, formando parte de una organización de la IV Internacional llamada Liga Socialista Revolucionaria, que más tarde dio origen al Partido Socialista de los Trabajadores. 

Fue militante del PST hasta que se trasladó a Costa Rica en la década de 1990, cuando se afilió al Partido Revolucionario de los Trabajadores. Cuando regresó a su país, encontró el PST prácticamente disuelto y, desde 2013, milita en un sindicato de masas: la Asociación de Maestros de la República de Panamá.

Autodefinido como «socialista revolucionario», José Cambra concedió una entrevista a Federico Fuentes, de la revista Links International Journal of Socialist Renewal, y a Antônio Neto, de la Revista Movimento, el pasado mes de diciembre. He aquí extractos de aquella conversación, llena de pasión y convicción sobre el movimiento sindical, el socialismo y cómo la movilización popular expulsó a una multinacional minera de Panamá.

Antonio Neto: La primera pregunta que te quería hacer, porque a nosotros que estamos fuera de Panamá nos parece que hubo una tremenda, retumbante, gigante victoria del pueblo panameño en contra de una mineradora, en realidad, un conglomerado de empresas multinacionales, que actúan en Panamá. Es una tremenda victoria para nosotros, desde el tema ambiental, por supuesto, hasta el tema social, de salud de la gente. ¿Tienen ustedes dimensión del tamaño de este logro, considerando que hoy empezó la cumbre del Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas?

José Cambra[AP1] : Claro! A ver, primero ubiquemos Panamá: Panamá es un país de setenta y siete mil kilómetros cuadrados. Para ir del océano Pacífico al Océano Atlántico sólo se demora 2 horas en carro; y es un país también que tiene 4 millones y 200 mil habitantes en la actualidad, una parte importante de ellos, gente de Venezuela, de Colombia, de Nicaragua, o sea, de la migración que producen las situaciones económicas que viven nuestros pueblos. Este es un país que era parte de Colombia, cuando en 1903 Estados Unidos necesitó construir un canal. Estados Unidos tuvo una pelea contra España, una guerra contra España por Cuba en 1898: la guerra hispano-estadounidense. Pero cuando ellos tuvieron que ir hacia el mar Caribe, donde queda Cuba, los acorazados de ellos que estaban en el Pacífico, tuvieron que dar la vuelta por toda Suramérica, pasar por el Cabo de Hornos para llegar al Caribe. Ellos decidieron que necesitamos un paso rápido, y encontraron que en Panamá había la parte más estrecha del continente. Y efectivamente, es la parte más estrecha, son 80 km entre el Océano Pacífico y el Atlántico. Como la burguesía colombiana se demoraba en aprobar un tratado con ellos, porque querían mejores regalías económicas, procedieron a separar Panamá, esa es la realidad. Y construyeron un enclave colonial en el corazón del país, controlando esa parte más estrecha, y allí construyeron, dirigieron la construcción del canal, que fue una obra militar, una obra dirigida por el ejército de los Estados Unidos, con mano obra de Barbados, de Nicaragua, de España, de Argentina, pero sobre todo mano obra afrodescendiente de Barbados. Y ese canal, esa área y esos habitantes, tanto los militares norteamericanos como los civiles, eran un enclave colonial en Panamá. Tenían sus propias leyes, su propio idioma, sus propias escuelas, su policía, su ejército y ningún panameño podía entrar ahí si no era con permiso de ellos. En otras palabras, habíamos perdido una parte de 1.432 kilómetros cuadrados que la burguesía y la oligarquía panameña le cedió a perpetuidad a los Estados Unidos. Bien, esto lo explico por lo que implica la respuesta a la pregunta: la importancia de lo que ha pasado con el tema minero.

En Panamá, se logró por medio de una negociación, la salida de Estados Unidos. Gracias a la derrota de Estados Unidos en Vietnam, surgió un gobierno débil, el de James Carter, que negocia con general Torrijos un acuerdo para salir en 23 años de Panamá. Lo negocia en 1977 y se llama los tratados Torrijos-Carter. Y en el 79 deja de existir el enclave colonial: ya no hay leyes norteamericanas, policía norteamericana, etcétera. Eso sí, quedan los norteamericanos con bases militares y con el canal hasta el 31 de diciembre del 99, cuando eso pasa a manos panameñas. La nacionalidad panameña se construyó en una relación de amor y odio con los Estados Unidos. ¿Por qué digo de amor? Porque el panameño que trabajaba en la Zona del Canal norteamericana, ganaba el doble que en Panamá. Un carpintero allá ganaba el doble. Pero nunca podía subir en el escalafón, los puestos de jefe eran reservados para los norteamericanos blancos. Nunca dejaron que hubiera norteamericanos negros acá, porque aquí había las leyes del sur de Estados Unidos, las leyes que se llama de Jim Crowe.

Entonces, la nacionalidad panameña se formó en contra de ese enclave colonial. Y aquí hubo una insurrección dirigida por los estudiantes, en 1964, donde 100 mil personas trataron de entrar a la zona del Canal y hubo el asesinato, por parte del ejército más poderoso del mundo, de 22 manifestantes y 500 heridos de bala. Entonces, eso marcó el imaginario de la población panameña, y el tema del amor pasó a ser secundario y empezó el tema de que esta gente es peligrosa y tienen que irse de Panamá.

Bueno, esta situación se ha repetido con el tema de la minera. En 1997, hubo un acuerdo entre un gobierno neoliberal y una empresa, Petaquilla Gold, para crear una minería. Esa empresa fue comprada por capital canadiense, empresa First Quantum, que además tiene en esa empresa capital chino, capital norteamericano, capital surcoreano… y digo esto porque la constitución de Panamá, por lo que nos pasó con los Estados Unidos, prohíbe que recursos naturales de Panamá sean administrados por estados extranjeros. Y esta compañía tiene composición de Estados extranjeros. No es una compañía privada nada más, es que adentro hay capitales de Estados extranjeros. Bien, en 1998 hubo una demanda de inconstitucionalidad, porque la Constitución dice que para poder ofertar recursos minerales hay que ofrecerlo en licitación pública al mejor postor, y esta fue una contratación directa. Pero la Corte Suprema de Justicia se demoró 20 años en fallar la inconstitucionalidad del contrato. Falla en el año 2017 y vuelve a reafirmar el fallo en 2021, pero se demoran en publicar el fallo hasta el 2023 en gaceta oficial. Entonces, en 2023 el gobierno actual, que es otro gobierno neoliberal, de la oligarquía, entra en negociaciones con esa compañía cuando lo que tenían que haber hecho hace mucho tiempo era decir: bueno, es inconstitucional, por lo tanto, ¡váyanse! Pero nunca le dijeron váyanse. La compañía siguió funcionando y explotó el cobre, y sacó además oro y otros minerales. Los sacó sin pagarle nada a Panamá, ¡absolutamente nada! Ni un impuesto siquiera. Entre el 2017 y el 2023, llevan 6 años en que están explotando la mina, cuando comenzó a exportar, y no le han pagado nada a Panamá. En los informes financieros de First Quantum, aparece que es la mina más productiva para ellos, que el 48% de su ganancia en el mundo es la de Panamá. Solo la de Panamá es superior: claro, es que no pagan ni hostia. Entonces, este tema llegó en agosto a la Asamblea de Diputados, el Gobierno presentó el nuevo contrato, y una parte importante de personalidades, organizaciones sindicales, populares, de docentes, abogados, ambientalistas, comenzaron a decir que el contrato tenía el mismo vicio anterior, que la Corte Suprema debía declarar el desacato al gobierno, al Ejecutivo y al Legislativo, porque era el mismo contrato con el mismo vicio de inconstitucionalidad. Eso no lo hace.

Negocian el contrato, tratan de maquillarlo porque comienza a haber protestas. El mes de septiembre comienza a haber movilizaciones de masa. Movilizaciones no tan multitudinarias pero muy constante, y comienza a haber en todo el país. Y ellos intentan una maniobra, que es maquillar el contrato. Dicen que han hecho consultas, tuvieron que escuchar en el primer debate de la Asamblea a cerca de 200 personas oponiéndose. Y entonces lo que hacen es que suspenden la discusión y devuelven al Ejecutivo para que le haga un nuevo maquillaje, lo devuelven a la Asamblea y ¡en tres días lo aprueban! Lo que antes había demorado 2 meses, en tres días: primer debate, segundo y tercero, el presidente lo firma y lo publica.

Esto es lo que provoca, en el marco de una gran tensión, movilización, choques con la policía, todo eso se estaba dando, provoca una explosión social en el país. ¿Por qué decimos una explosión social? Porque el país estaba harto de medicinas caras, falta de Medicina del Seguro Social, altísimo costo de la vida, y ya venía de haber tenido una experiencia el año pasado, cuando hubo acuerdo con el gobierno y no lo cumplió. Entonces, la población salió a las calles.

Antonio Neto: Permítame que te interrumpa porque empiezas a entrar justo en la segunda pregunta que te iba a hacer, que era justamente entender el hilo de continuidad entre lo que fueron las jornadas del 2022 en junio/julio y lo que está pasando ahora. Primero, quisiera que tú dijeras un poco cómo se sucedieron los hechos de 2022 porque yo sé que fue por los precios, los costos de la vida, pero también había una agenda de presupuestos de salud, presupuestos de Educación, entonces si tú puedes continuar de donde paraste, haciendo el hilo histórico entre las dos cosas, te agradezco.

José Cambra: ¡Como no! Es que la intensidad de lo que pasó ahora se explica por el incumplimiento de las demandas del año pasado. El año pasado se dieron las movilizaciones más grandes que hasta ese momento había habido en el país. En todo el país hubo manifestaciones, marchas, enfrentamientos con la policía. O sea, lo que quiero decir es que hubo una huelga docente de un mes de duración. ¿Qué exigía esa movilización? Que se abasteciera de medicamentos la Seguridad Social. Que los medicamentos bajaran de precio. Que los productos de la comida bajaran de precio y fuera una comida saludable, a buen precio, los productos a buen precio. El costo de vida de la ciudad había subido terriblemente. Y también se exigió el presupuesto para Educación, fundamentalmente, pero también salieron los médicos a luchar por el presupuesto para los hospitales.

Eso terminó en una negociación pública entre el Gobierno y las organizaciones que estaban en lucha, que exigimos que fuera transmitida por televisión. Lo interesante es que el sistema de radio y televisión estatal lo transmitió, porque nosotros no nos sentamos a negociar hasta que no lo transmitieran. Y allí, una de las asesoras, una profesora de economía tuvo una participación muy importante encarar al gobierno por sus intereses empresariales. Y esta compañera salió de allí y comenzó a recoger firmas para ser candidata por la libre postulación. Y en un país de cuatro millones 200 mil personas, donde votan dos millones ochocientos mil (son el padrón electoral) y recogió 167,000 firmas, y hoy es candidata a la Presidencia de la República por las organizaciones populares. Se llama libre postulación, o sea no es por partidos, porque el partido era más difícil en volver a inscribirlo. Bien, ese fue el primer rédito de esa lucha. Pero el segundo rédito fue que quedó denunciada la oligarquía y el gobierno. Y esto llevó las movilizaciones dándose todos los días, todos los días marchas, movilizaciones, durante ese mes, cierres de calles (no tan grande como los de ahora), pero eso llevó a una lucha que tenía mucho calor popular. En las poblaciones del interior, el pueblo marchaba con los docentes, con los obreros. En la ciudad de Panamá, que es más grande (en la ciudad de Panamá debe vivir un millón y 800 mil personas, de los 4 millones 200 mil que hay en el país) acá eran marchas de docentes, fundamentalmente, y de trabajadores. Uno de los sindicatos más importantes, que es el sindicato de trabajo de la construcción, el SUNTRACS, tuvo también una participación muy importante.

El tema de que fuera una negociación pública, una cosa espectacular tan grande, que las cámaras empresariales fueron a la Presidencia de la República a pedirle al presidente que cerrara esa transmisión, ¡que no se siguiera transmitiendo! ¡Porque el país entero se ponía a escuchar el debate y quedaba denunciada la oligarquía! ¡Esto es un hecho histórico! Negociaciones públicas seguida por una grandísima parte de la población, en una televisora que muy poco se ve, ahora se comenzó a ver completamente. En la calle la gente te decía: “oye, eso que hablaron ayer, debería ser así”. O sea, es una cosa impresionante.

Fred Fuentes: Mi pregunta era si podrías profundizar un poco más el papel que han jugado los profesores pero también el SUNTRACS, que yo tengo entendido que esos quizás han sido dos de los pilares fundamentales de los movilizaciones este año, pero parece ser también del año pasado. Así que obviamente, hay una tradición ahí…

José Cambra: Nosotros comenzamos a construir una alianza de organizaciones populares, a principios del año pasado. Lamentablemente, no logramos que fuera una alianza de todos, pero logramos que fuera una alianza de muchos. Y efectivamente, esa alianza se llama Alianza Pueblo Unido por la Vida: está el sindicato de la construcción (SUNTRACS), están gremios docentes, están movimientos comunales, están movimientos juveniles, y esa es una alianza muy fuerte. Hay otra alianza donde está una de las asociaciones de Educadores de Veraguas, hay otros sindicatos de la Coca-Cola, hay otros gremios docentes de Chiriquí, etcétera. Digamos que eso, junto con un papel muy importante que quiero reivindicar: el papel de los pueblos originarios. Los pueblos originarios en el camino hacia Costa Rica, en una provincia llamada Chiriquí, en la parte Este del Oriente chiricano, en la parte montañosa, cerraron la carretera Interamericana como en cinco puntos durante todo ese período. O sea, hubo cierre de la carretera más importante en el país. Y en los otros lados del país se hacían cierres intermitentes. Bueno, esa coyuntura lamentablemente terminó cuando la huelga docente se levantó al mes, pero el gobierno no cumplió parte de las cosas que se le solicitó. Solo cumplió en dar más presupuesto a Educación y en mantener un subsidio. Nosotros no queremos subsidio, queríamos la rebaja de la gasolina, porque el subsidio, al final, sale del dinero de los impuestos de los contribuyentes, ¿me explico? Queríamos que afectara a los grandes capitales monopólicos, que son los que importan la gasolina del país. Que se las afectará por medio de impuestos eso no se logró. Ese “no logro” explica lo que pasa ahora.

Cuando estalla el escándalo, que el 20 de octubre se nota que el presidente firma lo más rápido que sea esa ley para sancionarla, y la publica en gaceta oficial, comienza a haber movilizaciones. El lunes 23, a los tres días de aprobado, se decretó una huelga de 48 horas de los docentes. Las asambleas de los docentes por regiones decretan el paro de 48 horas. Vuelven a extenderlo 48 horas más. Y el lunes 30 declaran la huelga indefinida hasta que se elimine la ley 406, que es la ley del contrato minero, se pedía la derogatoria. Estuvimos a punto de lograrla el 3 de noviembre, porque el gobierno había metido en una ley la posibilidad de derogarla. Pero otros sectores dijeron que ellos pensaban que eso no era lo conveniente. Lo conveniente era una declaración de la Corte Suprema de inconstitucionalidad. Y de eso se aprovechó el gobierno y sacó la derogatoria, para ver si ganaba tiempo, y al movimiento que estaba en las calles nos desgastaba. Pero ya para el 3 de noviembre, las cosas habían agarrado otro color. Había cierres en todo el país. Pero no solo en todo el país como antes, en el 2022. La gente en sus barrios salía a cerrar las calles. Gente que nosotros no conocemos. Gente que estaba harta. Y comenzó a haber un llamado espontáneo por redes, a marchas en un lugar cerca del mar, que se llama cinta costera, que llegaron a tener, en un momento dado, al quinto día de movilización, 250 mil personas en las calles contra la minería.

O sea, si hay un país que se ha vuelto ecologista, es este. O sea, ha habido una cosa impresionante. Claro que detrás de eso está el descontento de los barrios porque no les llega el agua; el descontento del barrio porque se va la luz y se dañan los electrodomésticos; el descontento por la falta de empleo de las jóvenes generaciones; o sea, el descontento ante la corrupción y los privilegios de los políticos burgueses, patronales y tradicionales. Y eso, efectivamente fue un caldo de cultivo que permitió esa explosión social. Eso implica, en un país como el nuestro, las mayores movilizaciones en todo el país y con la mayor participación popular que se haya podido ver. El día miércoles de aquella semana, hace como cuatro semanas, se calcula que hubo un millón de personas en las calles en todo el país. Porque las megamarchas no solo fueron en Panamá, fueron en el área cercana, fueron en el área cercana a Costa Rica, fueron en la mitad del país, en todos lados. Y la población se sumó. Se sumó incluso con sus características de folclore nacionales, de bailes Congo, afrodescendientes, o sea hubo de todo aquí. Y efectivamente, el gobierno quedó aislado.

¿Quienes apoyaban la minería? Todas las cámaras empresariales, y algunos de los candidatos a presidente que quedaron liquidados para las próximas elecciones, esperemos. O sea, hubo un levantamiento nacional contra la minería. Y eso explica que el martes de esta semana, la Corte Suprema de Justicia, la misma institución que demoró 20 años en declarar un fallo, que intentaba decir que como había 10 demandas de inconstitucionalidad, al acumularlas, tendríamos que esperar hasta enero, el fallo se adelantó, y dio el fallo en menos de una semana. Y es un fallo derogando toda la ley, por lo tanto, anuló el contrato, y eso obliga al cierre de la mina. O sea, Panamá se ha puesto en la vanguardia de la pelea contra la contaminación, el cambio climático, por la vía de la lucha contra la minería. Y la consigna es: este país, su oro es verde. No la minería. Panamá vale más sin minería.

Antonio Neto: Yo leí que la mina está localizada en el corredor biológico mesoamericano. Yo también leí que, además de los impactos ambientales que son tremendos; ¿usted podría hablar un poco de eso para nosotros, también los impactos sociales, de contaminación del agua, de la gente, de los alimentos.? O sea, confirmando lo que acabas de decir, que Panamá está en la vanguardia de la lucha ambiental, porque tiene mucha importancia el corredor bio ecológico.

José Cambra: A ver, esa mina maldita queda en medio de ese corredor, la ha desbastado completamente. Incluso, ellos querían utilizar los ríos, que son los futuros embalses ahora que tenemos todo este cambio climático, para mantener con agua el canal, para que siga funcionando, porque el Canal de Panamá es un canal de esclusas. O sea, un barco entra, le meten agua, te eleva en un elevador acuático. Entonces le abren la esclusa. Vuelve, sube y después va un lago artificial, y vuelve y baja hacia el otro océano. Ida y vuelta. Ese es el sistema, necesita agua. Pero además, las tomas de agua de dos provincias enteras quedan cerca de la mina. O sea, que es un peligro de contaminación y envenenamiento terrible. Este cambio climático, en que tenemos calores terribles, en Panamá jamás había habido calores de 40 grados (había habido calores de 33 grados, etcétera, pero 40 grados jamás) y este año los hemos tenido, que es evidencia del cambio climático que se está dando. Pero, además las comunidades en los alrededores, cuando fueron consultadas por la comisión de diputados, la gente estaba totalmente en contra. Tanto es así, que la mina ha sido saboteada por los lancheros de Donoso, los pescadores, que se han dedicado a impedir que los barcos salgan con mineral y entren con provisiones o con carbón. Es más, la mina tuvo que apagar el sistema de producción de la energía eléctrica, porque se basaba en una fuente tan contaminante como es el carbón. Porque por mar el carbón no podía entrar, y por tierra fueron cercados por las comunidades y por los camioneros, que pusieron camiones a lo largo de toda la carretera para que no pudieran ni entrar ni salir. Es más, la mina, efectivamente, está intentando conectarse al sistema eléctrico nacional para poder funcionar. O sea, la movilización ha sido tan fuerte que lancheros y moradores han cercado la mina para sabotear su funcionamiento. Eso es una expresión de fuerza increíble. El movimiento ha sido tan fuerte, pero también ha tenido su costo. Nos asesinaron a menos de cinco metros, una persona se bajó un carro, una persona norteamericana, y disparó a dos compañeros de un cierre y los asesinó. Y a otro maestro indígena lo atropellaron en otro cierre; cercaron un cierre y lo mataron. O sea, ha habido intentos de amedrentarnos por medio de los asesinatos. Ha habido también persecución judicial contra algunos los dirigentes de los pueblos originarios que están cerrando la carretera Interamericana. Y yo digo “están” cerrando porque hasta hoy la están cerrando. Aunque el fallo se dio el martes, ellos están esperando que se publiquen en gaceta oficial. Cuando se publique, entonces se retiran a sus comunidades, porque ellos sospechan, porque antes, publicar eso demoró seis años. Entonces están en esa posición de que ellos no se van hasta que no se confirme.

O sea, que el movimiento social organizado en sindicatos y gremios docentes, y la huelga docente provocó una movilización muy fuerte. Pero la explosión social fue porque la gente vio que había una decisión de lucha, pero ya esa movilización social no sobrepasa. O sea, eso es al estilo de las comunidades y al estilo de la propia gente. Lo que quiero decir es que aquí hubo un movimiento de masas gigantesco, a ese nivel, y eso es lo que hizo que hubiera el fallo de la Corte.

Hoy acaba de renunciar el ministro de Comercio que había negociado el contrato. Ahora la etapa de lucha es por el cierre de la mina. O sea, la mina no se puede cerrar enseguida, debe tener como 4 mil o 5 mil empleados, y dicen de 7 mil pero eso no es cierto. Nosotros estamos planteando que esos mismos empleados sean los encargados del cierre paulatino de la mina. La mina no se puede apagar. La mina hay que cerrarla con medidas de seguridad y con medidas de reconversión ecológica. Entonces, nosotros decimos: que los trabajadores se queden trabajando para eso; y que, si la mina contaminó, la mina es la que tiene que pagar. Es más, como ellos no han pagado lo que han sacado del país, nosotros estamos planteando una demanda, que ya se la pusimos a la mina por robo a los recursos naturales.

Fred Fuentes: Justo quería profundizar ese tema. Porque, digamos dentro de la izquierda y sectores medioambientalistas en Suramérica, creo en el mundo, se ha dado ese debate sobre qué hacer con la minería. Y hay sectores que dicen “cerremos todas las minas” mientras que hay otros que dicen: bueno, lo mejor es nacionalizar para asegurar que se puede hacer con buena regulación y que el dinero se queda con el Estado. Me gustaría saber si ha habido ese debate ahí también, dentro de la movilización; si se han reflejado diferentes posiciones sobre la minería y qué impacto ha tenido esta movilización, que ya has empezado a hablar de eso, de qué va a pasar con esta mina, pero me imagino que hay otras minas u otros proyectos también en Panamá.

José Cambra: Lo que pasa es que el gobierno, para calmar la movilización, a principios de noviembre hizo aprobar una ley de moratoria minera. O sea, todas las concesiones que estaban en trámites o pidiendo que se les prorrogara la posibilidad de exploración, están liquidados, o sea, la ley no lo permite ya. O sea, aunque la Constitución permite la exploración de recursos naturales minerales, eso será parte de una reforma en la Constitución algún día, en realidad, parte de la fuerza del movimiento fue haberle arrancado al gobierno una ley de moratoria minera. Ahora, que declararon inconstitucional el contrato minero específico de Minera Panamá, ya, entonces, todas las otras concesiones no pueden seguir funcionando. Hay una mina que, al parecer tiene un régimen especial que se está comenzando a plantear la lucha contra ella. Ahora, sobre el tema de la nacionalización, tenemos un problema: los que negociaron el acuerdo son los que gobiernan. Entonces, la gente desconfía. Lo que están planteando es crear una comisión de las organizaciones obreras y populares, de los ambientalistas, con técnicos en el tema también que establezca que la propia minera cierre la mina. Porque la minera tiene que pagar ese proceso. Nosotros no estamos a favor de que sea el Estado el que pague. Sino que pague el que contamina, esa es la consigna que hay: que pague el que contamina. Y como no se confía en el gobierno, entonces lo que está planteado es que el gobierno tiene que hacer eso con una comisión, donde estén representados los que lucharon, a ese nivel, junto con técnicos que son los que saben qué es lo que hay que pagar, y qué es lo que no hay que pagar.

Se tiene que suspender de inmediato la extracción de minerales. Es más, los lancheros están impidiendo que salgan los barcos con minerales. O sea, en la práctica, el movimiento social impidió que salieran e impidió que entrara el carbón para que funcionara la termoeléctrica. Es más, la termoeléctrica ya se apagó. Es más, los obreros están saliendo porque ya no hay comida siquiera, o no se permite entrar nada. O sea, es una gran fuerza del movimiento con medidas radicales que nadie las centraliza. La gente toma. Es un movimiento de verdad autogestionario, toma de decisiones en base a su inteligencia popular y las lleva a cabo, y entonces el resto del movimiento las apoya. Los vídeos de los lancheros pasándole frente a los grandes barcos de cargamentos son espectaculares, porque esa gente arriesga la vida. Es más, se enfrentaron con la Fuerza Naval panameña, les tiraban piedras, bombas molotov. O sea, eso es un combate, son héroes; la población los considera, y nosotros, todos, unos héroes en la pelea. O sea, que hubo acción directa. Otro tema: ha habido sectores que se han enfrentado permanentemente con la policía. O sea, aquí, el sector juvenil creció muchísimo en la parte de acción directa y la autodefensa.

Aquí ha habido elementos de verdad de levantamiento y de enfrentamiento con la policía. Y quiero decir, en términos gramsciano ha habido una ruptura entre la sociedad civil y la sociedad política. Ha habido una desafección política, y esto es, lo que en términos leninista significa una situación pre-revolucionaria. Es eso lo que ha habido. Ha habido un momento pré-revolucionario. No ha habido un vacío de poder. No ha habido organismos permanentes de doble poder. Pero la movilización fue tan fuerte que fue el otro poder, con acciones como la que les estoy describiendo, los lancheros, de los camioneros, etcéter.

Antonio Neto: Tengo una pregunta más. Tiene que ver con lo que está diciendo. Lo primero es la curiosidad, porque por todo el mundo siempre hay una burocracia, unos vende patria, unos sindicatos vendidos que le hacen el juego a la patronal, al gobierno, y que acaban por entregar la lucha. No me parece que ha pasado en Panamá, y parece ser que la burocracia ha sido empujada por el movimiento de masa en Panamá, eso me parece, vos tendrías que decir. Pero la pregunta es que ahí se creó este frente Pueblo unido por la vida, que es parte de la dirección del movimiento, como tú dijiste, no hay una dirección centralizada, un partido centralizado, como en Brasil en su tiempo hubo la CUT (Central Única de los Trabajadores), en otros países, hubo partidos que centralizaban. Yo entiendo que estaba Pueblo Unido por la Vida, y por fuera de las redes, que sería por donde se organizan los jóvenes. ¿Tú crees que hay algún espacio para que, en algún momento, se unifique un espacio de convergencia con todos los actores que actuaron y actúan todavía en esta pelea? ¿O sea, como elemento político, que se pueda convertir en un frente de organizaciones, o un partido mismo?

José Cambra: La alianza Pueblo Unido es una de las alianzas. La otra se llama ANADEPO y en ella está la Asociación de Veragua al frente. Y están los pueblos originarios, están los lancheros, están los camioneros, están los pueblos indígenas que combaten a la policía. O sea, lo que quiero decir es que hay muchos sectores, es un movimiento real. No es una dirección central. La alianza Pueblo unido tiene mucha autoridad, y entonces va analizando. La Alianza es la que llamó a los cierres totales. Acá no hemos podido llamar una huelga general porque los sindicatos de la empresa privada no tienen capacidad para parar las empresas privadas. Es más, la manera de parar las empresas privadas y el gobierno eran los cierres. Nadie podía ir a su trabajo. Entonces, la gente llegaba a donde estaba el cierre, tomaba la foto, se la mandaba a su jefe diciendo “no puedo pasar, está cerrado” ¡y se quedaban en el cierre! Entonces, no tienen la capacidad desde adentro de la empresa, pero sí tienen la capacidad, en los cierres de calles, de apoyar, como en los barrios se hizo, un hecho generalizado. Esa es la característica del movimiento, es diverso, no tiene una dirección única, pero la Alianza Pueblo Unido es lo más organizado que existe, y es también lo más atacado. El dirigente del Sindicato Único de la Construcción, lo han atacado, hay un anticomunismo feroz, también esos ataques de los grandes medios de comunicación, en los que están vedados para responder. O sea, no podemos ir a los debates, nada. Hablan de nosotros en contra, pero no nos dan derecho a réplica. Y al sindicato la construcción, quiero denunciar que violando acuerdos de la OIT, les han cerrado sus cuentas bancarias. Hasta las individuales de los dirigentes. O sea, el capital financiero se ha organizado para estrangularlos económicamente. A nosotros, los educadores, que somos 48.000 en todo el país, a 18.000 no les pagaron la quincena. Aquí hay una tradición que los educadores hacemos huelga pero no nos tocan el salario, pues saben que eso es un problema muy grave. Esta vez, sí nos lo tocaron. Nos lo tocaron, creo que fue este lunes que no le pagaron a 18.000 y eso fue peor. Eso radicalizó el movimiento. En este momento, te quiero decir que ya a todos le pagaron, en menos de dos días, después de la medida les han pagado. O sea, es un movimiento MUY fuerte. Nosotros pensamos, que estamos al decir de Andrés Gunderfrank, ante una Lumpen burguesía. O sea, las cámaras empresariales que no son mineras, apoyando la mina, se queman, o sea, quedan mal. Pero además, con odio por los cierres, porque los cierres sí provocaron pérdidas económicas importantes. Hay cierres también que han afectado a la población. Cerca de la frontera con Costa Rica, los cierres ya llevan 31 días y falta gas, falta gasolina, falta alimento en esas provincias cercanas a Costa Rica. Pero los compañeros ya abrieron y permitieron que pasaran doce tulas de gas, o sea, que pasara todo. Pero hubo un momento en que la derecha intentó aprovechar eso para echarnos a la gente en contra. Logró reunir 190 personas, nada más. O sea, el movimiento es muy fuerte. Ahora, yo creo que lo importante es generar la posibilidad de acercamiento de estos movimientos, y de discusión política de balance de los métodos. Por ejemplo, los educadores tenemos un método: la Asamblea. Cuando nosotros vamos a decidir una huelga, no lo deciden los dirigentes. Lo deciden los educadores en asamblea, por colegio y después hay asambleas de las regiones.

Este es un método que nosotros reivindicamos a fondo, a fondo. Que no existen dirigentes iluminados, existen voceros del movimiento. Y la mayor coordinación posible en base al análisis de coyuntura y poner consignas que puedan ser atractivas para el movimiento y asumible como tales. Un poquito del viejo método del Programa de Transición.

Sobre un frente o partido político. Yo pienso que hay posibilidades de acercamiento hacia esa política en función de que hay una fuerza importante del movimiento, pero no hay esa estructuración de partido como ustedes están planteando. Sí hay una candidatura a la presidencia para hacer, precisamente campaña contra los candidatos de la oligarquía, que han quedado muy mal, porque de esos candidatos sólo dos se declararon contra la mina, y la candidata nuestra. Cuando digo nuestra, del movimiento social, pues. Maribel Gordón, ella responde más bien a la corriente del SUNTRACS.

Antonio Neto: Sí, me hablaron de Maribel cuando estaba en Costa Rica. Y venimos acompañando desde entonces todo el proceso de recolección de firmas. Pero creo que por supuesto que la apuesta del movimiento es seguir la lucha por derechos, por sus conquistas y con los métodos que ha aprendido, los indígenas, los campesinos y todos los sectores que han aprendido a luchar, no sé si aprendido o impulsado luchas. Pero el hecho es que el próximo año habrá elecciones en Panamá. Y Maribel es producto, un acúmulo, producto de esa lucha. Y creo que es muy importante, para nosotros también, pero para la gente que va a poder ver esta entrevista, comprender el surgimiento de Maribel como una alternativa.

José Cambra: Maribel Gordón ha sido una militante de izquierda que ha acompañado al movimiento sindical. Es economista, profesora de Economía de la Universidad. Bueno.Ella se dio a conocer masivamente cuando el año pasado fue nuestra asesora económica en el debate contra el gobierno que fue dado por la televisión. Y todo el mundo decía: ¡qué buena! ¡mira como dejó al gobierno! ¡mira lo que dice, que la familia tal es la que nos aumenta los medicamentos, los ponen en el seguro para que sea más caro todo! Entonces, eso le permitió a ella tomar la decisión, (y al grupo de ella), de inscribirse. Yo les quiero decir algo: la Asociación de Profesores de la República es una asociación gremial, que hay de todo. Pero fíjense que fue tan sencillo inscribir a los profesores y a los docentes con Maribel. Porque en Panamá, el tema izquierda derecha… a ver, si tu te dices de izquierda te satanizan. Pero si te dicen que eres de abajo contra la oligarquía te aceptan. No sé si me explico aquí, la gente lo ve más bien como los de abajo contra los de arriba. Eso, tal vez en otros países de América Latina que ha habido mayor desarrollo de los partidos de izquierda, se puede entender. Pero acá, el término es poco utilizado, es utilizado de manera peyorativa contra los dirigentes. Y nosotros no vamos a negar que somos de izquierda, para nada. O sea, a mí me tocó una entrevista que me hacían decir: a ver, pare un momentito. Le voy a explicar el origen del término izquierda y derecha antes, después cambió, pero a la izquierda se sentaron los que estaban hartos de los privilegios de la monarquía y a la derecha se sentaron los estaban con el monarca. Hablando de Panamá, a la izquierda está todo el pueblo que está harto de la corrupción y de la oligarquía; y a la derecha están los que lo apoyan. Si usted quiere hablar de eso, hablamos así, pues. Ahora, no significa que la gente se reivindica de izquierda. No, eso no es cierto. La gente se reivindica luchadora, lo otro todavía no se ha dado.


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